
Por mucho que lo intente, no puedo correr más.
Olvidé cómo retroceder a tus pasos.
Ahora los lunes ya no duelen, ni los domingos vuelven.
Sin decir nada y sin parar de hablar,
la carroza de Cenicienta se convirtió en calabaza.
Pero comer perdices dejó de ser de cuento.
Alicia ha vuelto a crecer al hacer perder a alguien el norte.
Ya no se esconden las ruecas,
ni Blancanieves se quiere fiar.
Wendy ha dejado de esperar en las estrellas
y sé de alguien que escapó de la torre más alta.
Todavía queda alguna manzana en tu bolsillo.
Maléfica también ha querido tener alas.
Muy bellas y sentidas letras.
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👌
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Por mucho que lo intente, no puedo correr más.
Olvidé cómo retroceder a tus pasos.
Sencillo pero al punto.
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https://enlibretanegra.wordpress.com/2018/03/31/tierra-de-nadie-un-anacronismo-literario/
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A Caperucita ya no le engaña ni el lobo
y a Pulgarcito le devuelve a casa el GPS.
Los cuentos ya no son lo que eran, o seguramente quienes no somos como éramos, somos nosotros.
Un abrazo, Elena.
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maravilloso! me gustó!
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Gracias, Donato. Un placer.
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Reblogueó esto en Oikologíasy comentado:
Érase una vez
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Bravo, hermoso ❤
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