
A ti que te he visto armarte después de descoserte,
que te he visto dejándote de peros y devorando las calles.
Debe ser una mudanza interminable la del punto final
cuando quieres que la historia continúe.
Te quedas mirando y vuelves atrás.
Y corres,
y se te escapa la sonrisa en un solo viaje.
Sin levantarte de la silla,
sin maletas y con algo que nos pesa,
como la caja de música que aún cubierta de polvo
sigue sonando sin cambiar de melodía.
Te has quedado en paro,
tú que hiciste llorar a diciembre
y envolviste las paredes de domingos.
Por si ya no dueles,
ya no ardas.
Muy bueno. Felicitaciones.
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Me ha gustado mucho tu poema; gracias y feliz día, Elena.
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Muy bueno felicidades.
Tania
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Tú, revive de tus cenizas,
levanta y reaviva el fuego
que le dé a tu vida
el deseo de vivir.
Muy bello, Elena. Un abrazo.
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«Debe ser una mudanza interminable la del punto final». Siempre que leo tus poemas lo pienso, tienes algunos versos y frases que son simplemente maravillosos. A veces es por la metáfora, otras porque simplemente suenan preciosos. El de hoy me ha fascinado por el concepto. Gracias por dejárnoslo leer 🙂
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Contundente el remate. Abrazo
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