
Me alegré de verte,
no pensé que volviera a hacerlo.
En el ramo solo quedaban espinas
y me fui pinchando con ellas una a una.
De tanto pasar por tu puerta llegó la guerra fría,
después el recuerdo,
al final indiferencia.
Me acabaron gustando las noches largas,
había señales dispuestas a darme el paso.
A punto de dolerme,
me rendí a una ráfaga que no terminaba de pasar.
Olvidarte fue una moda,
un secuestro de un domingo en invierno.
Llegué a creer que fuiste un cardenal
apropiándose de un cuerpo más.
Después de no estar,
me alegré de verte.
Enhorabuena, muy bonito como escribes.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buenos tus versos. haces un poema de lo mejor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buenos versos
Me gustaLe gusta a 1 persona
preciosos los versos, escritos con el alma
Me gustaLe gusta a 1 persona