
Nunca escribo cosas de cobardes
pero ya ves que nunca te escribo.
Se me nublan las aceras
y no sé qué camino escoger.
Las direcciones me han dado la espalda.
He creado dos mentes suicidas;
Una me invita a una copa barata,
de esas que ocultan la trampa en la sed.
La otra tiene navajas por manos
y sin querer te llegan a cortar.
A veces me paro a escucharte y te dejo de oír,
a veces te oigo cuando prefieres callarte.
Hay algo que se ha ido hoy,
hay algo que ha nacido mientras no mirabas.
Algo que tiene motor.
Yo vi lo que había por el retrovisor,
vi como lanzaban las manecillas del reloj
y nos llegaban por adelantado.
Vi la ropa tendida mientras llovía,
y también vi el color del cielo cuando solo había nubes.
Pude ver los árboles sin hojas.
Pude ver cómo volvían a salir cuando nadie las esperaba.
Este poema hace daño. Pero es un daño reconocible. También lo he sentido como mío. Araña, hurga en mis entrañas y a pesar de todo me hace sentir vivo.
Me gustaLe gusta a 3 personas
Gracias por esta. De cuando en cuando echo de menos sus poesías, a veces rebusco incluso en «la red del pajarito azul», porque siendo íntimas, uno se siente universal al leerlas.
Me gustaLe gusta a 4 personas
~..¡.tremendo! Se respira la atmósfera de lo que transcribe el sentir.~
Me gustaLe gusta a 2 personas
Es un placer siempre leerte. Perderme en cada línea y a la vez sentir que me más me encuentro. Gracias por compartirnos un poco de ti.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que hermoso!Oo
Me gustaLe gusta a 1 persona